Dice al-Hiŷārī (s. XII): "La ciudad de Jerez es hija de Sevilla, y su río hijo del de ésta. ¡Cómo se parece a Sa‛dà en Arabia! Es una ciudad importante, con muchos zocos para su gente emprendedora, que es elegante en el vestir, lo que manifiesta lujo y evidencia buenas maneras, no siendo raro ver en ella a amantes y enamorados. Entre sus dulces se encuentran los más populares, que son excelentes, y se le atribuye una de las mejores producciones de almojábanas (al-muŷabbanāt), en las que destaca la calidad de su queso. De ahí que la gente de al-Andalus diga: “Desgraciado aquel que entre en Jerez y no pruebe la almojábana”. (La almojábana es un tipo de pastel al que se añade queso en su masa y se fríe con buen aceite)." AL-MAQQARĪ: Nafh al-Tīb, I, p. 184.
sábado, 24 de septiembre de 2022
Las almojábanas de Šarīš
Šarīš Šiḏūna. El origen de una ciudad andalusí
La creación de la cora de Sidonia debe remontarse al año 743, momento en que las tropas o aŷnād del sirio Balŷ b. Bišr fueron repartidas en ocho circunscripciones diferentes (kuwar muŷannada), entre ellas Sidonia, correspondiente al ŷund de Palestina (Filisṭīn). Los miembros de estos contingentes militares ocuparon antiguas villae y poblaciones de origen romano o visigodo creando una red de alquerías sobre las que el Estado cordobés ejercería una fuerte fiscalidad. La capitalidad de la cora de Sidonia no recayó de modo permanente en una misma ciudad, sino que según lo extraído de las fuentes, cambió varias veces de ubicación entre los siglos VIII y X. Las razones de esa itinerancia las hemos buscado en los repartos territoriales de los nuevos contingentes militares de mediados del VIII, en la inseguridad de una costa sometida al constante peligro normando, y también, en las sucesivas revueltas de los clanes beréberes y árabes contra el poder político y fiscal impuesto desde Córdoba.
Estudios recientes afirman, no obstante, que tras la Segunda Guerra Púnica y la destrucción del Castillo de Doña Blanca, la población de Asido, allí asentada, debió de desplazarse hacia la actual Medina Sidonia, que fue la romana y visigoda Assidona. Sin embargo, tras la invasión musulmana, y debido al interés de la nueva autoridad por contar con un enclave portuario en la desembocadura del río Guadalete, la Sierra de San Cristóbal volvería a ocuparse en detrimento de Medina Sidonia. Esta hipótesis explicaría la errónea identificación que hace al-Ḥimyarī de las ciudades de Šiḏūna y Madīnat Ibn al-Salīm como una misma entidad, pero no aclara la nula o escasa presencia de restos materiales en Medina Sidonia pertenecientes al momento de la conquista. Es por ello por lo que seguimos pensando que en aquellos años Šiḏūna se localizaba en la Sierra de San Cristóbal, tal vez porque se erigía en un enclave ya preexistente que poco tendría que ver con la posterior madīna de los Banū l-Salīm, es decir, Medina Sidonia. Los restos de épocas romana y visigoda localizados en la cumbre y faldas de la sierra de San Cristóbal, nos animan a pensar que la Asidon o Assidona de las fuentes grecolatinas se ubicaba en el solar que luego ocupó la andalusí Šiḏūna. Sí es cierto que, como se ha venido señalando, a partir de las incursiones normandas del año 844-5, esta ciudad comenzó a perder su preponderancia a favor de otras urbes de la cora, en concreto Qalsāna y Šarīš (Jerez), que alternaron la capitalidad de la región al tiempo que se transformaban en centros intelectuales de relevancia, coincidiendo con el período de prosperidad económica que la cora tenía en tiempos de al-Ḥakam II.
Tras el declive de Šiḏūna y de Qalsāna, en la segunda mitad del siglo X Šarīš se convirtió en la ciudad principal, o capital, de la cora de Sidonia, heredando el territorio y zona de influencia de la cercana Šiḏūna. Resulta significativa, en este punto, la identificación que hace Aḥmad al-Rāzī de ambas poblaciones en un pasaje que reproduce el historiador norteafricano al-Maqqarī (m. 1041=1632) sobre la asignación del ŷund de Palestina a Šiḏūna, y en el que se aclara وهي شريش, es decir, que aquélla es Šarīš, Jerez.
En 1239, el arzobispo de Toledo e historiador Jiménez de Rada, se basó en este mismo fragmento de al-Rāzī para afirmar que la ciudad árabe de Madīnat Ibn al-Salīm (la actual Medina Sidonia) se situaba entre el mar y aquella que ahora es Xarez (Jerez), y que en latín se llamó Assidona, aseveración que años más tarde repetirán la Primera Crónica General y, unos siglos después, Antonio de Nebrija.
En uno de sus últimos desvaríos contra mi persona, el profesor Fernando López Vargas-Machuca nos ha dado a conocer un interesante y, para muchos (un servidor entre ellos), desconocido opúsculo del polígrafo portorrealeño Juan Moreno de Guerra, titulado "Fundación de Xerez. Notas históricas sobre Jerez de la Frontera", Mauritania, XII, 1939, pp. 396-7. En sus dos páginas, y a partir de la lectura de la traducción al inglés del citado pasaje de al-Maqqarī por Pascual de Gayangos (The History of the Mohammedan Dinasties in al-Andalus, II, p. 46, que no 43), Moreno de Guerra coincide con los citados eruditos jerezanos del siglo XVIII, incluyendo en esta lista a Tomás Andrés de Guseme (1712-1774) y sus ideas sobre la inexistente Turdeto al hablar de Calsena, cuando afirma que Sidonia era la capital de la provincia visigótica de su nombre y como los árabes modificaron el emplazamiento de las ciudades antiguas, destruidas por la invasión, nuestra capital se trasladó algunos kilómetros más al Norte, a lugar más seguro, como alejado de la costa, más elevado y propio para cercarlo con fuertes muros, pero sobre todo más sano y lejos de las marismas [...] La nueva ciudad de Jerez no fué siempre capital de la cora, amelia o provincia; estuvo algún tiempo en Calcena, quizás la antigua Turdeto y hoy despoblado de Casinas, en la confluencia del Guadalete con el Majaceite, antiguo Guadalcacín, bajo el imperio de algún reyezuelo; estuvo en Arcos; a veces en Lebrija [...]; otra vez en Medina, donde se alzaban también en rebeldía los Beni Salim, que dieron nombre a la nueva población, conocida luego, por Medina Sidonia; y otra vez en Kadis [...]. Sin duda, el texto merece su inclusión en la bibliografía sobre el asunto, debido a las agudas conjeturas del ilustre portorrealeño.
lunes, 19 de septiembre de 2022
De Asidon a Šiḏūna. La ciudad del tell de Doña Blanca (Sierra de San Cristóbal, El Puerto de Santa María, Cádiz)
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BORREGO SOTO, Miguel Ángel (2013). La capital itinerante. Sidonia entre los siglos VIII y X. Colección A de al-Andalus, nº 1. La Presea de Papel. Jerez de la Frontera. |
Arroyo del Carrillo desde la Sierra de San Cristóbal con Jerez al fondo Fotografía: blog Entorno a Jerez (hnos. García Lazaro) |
Según se extrae de la descripción y los dibujos que el propio Bartolomé Gutiérrez hace de los hallazgos, los restos no sólo pertenecen a cadáveres de origen romano y visogodo, sino también a los del probable cementerio musulmán de la ciudad de Šiḏūna, que reutilizaba una zona de enterramientos anterior. Los cuerpos fueron descubiertos cerca del arroyo de Mata Rocines (hoy del Carrillo), muy próximo a la población de la antigua Asido que, poco más allá en la falda de Sidueña (de donde tomó el nombre de Pago), estuvo fundada. En el lugar se encontraron cenizas y huesos de unas personas humanas (sic) […] con dos piedras, a la cabecera una y otra a los pies, pero sin rótulos, y entre las cenizas […] una moneda muy carcomida y corroída, confusa en la una parte más que la otra. Según Bartolomé Gutiérrez, la moneda estaba debajo de una teja y el cuerpo se apoyaba sobre el lado izquierdo, los pies al oriente y la cara al norte. Unas semanas más tarde, concretamente el sábado 5 de junio de ese mismo año de 1756, se halló otro enterramiento con la misma fábrica y un cuerpo convertido ya hasta los huesos en polvo, que se deshacía conforme lo tomaban, y todos estos sepulcros –concluye Gutiérrez- están de oriente a poniente y los pies al nacer del sol. Todo esto se ha hallado en un propio sitio y poco distantes los unos de los otros, pues en el espacio de media aranzada de tierra se han visto éstos, indicando sería aquel sitio enterramiento común de aquella cercana población.
Vista parcial de Jerez por Anton Van de Wyngaerde Al fondo, sobre la Sierra de San Cristóbal, y marcada con el nº 6, la capilla del mismo nombre, hoy desaparecida |
La cuestión tomaba una nueva deriva y el sevillano José del Hierro (1767), en un interesante documento rescatado por Jesús Salas Álvarez, se unía a las tesis de Bartolomé Gutiérrez afirmando que la asonancia de nombre ha arrastrado a muchos a situar este pueblo en Medina Sidonia, pero allí no ocurren las señas que de él dan los autores. Medina no cae en los Turdetanos en cuyo cantón situó Ptolomeo a Asidonia que él llama Asindum. No puede ser Medina el último pueblo del convento jurídico hispalense después de Obona y Asta, como sitúa Plinio a Asido, pues Medina estuvo en los Túrdulos-Bástulos y tocó al convento jurídico gaditano. Medina no estuvo mediterránea, respecto de los esteros del Betis, que es otra señal de Asido en Plinio. El sitio en que todas ellas se verifican es en aquella cumbre de Buena Vista [se refiere al cortijo del mismo nombre, en la Sierra de San Cristóbal], que está entre el Puerto de Santa María y Jerez. Allí junto a la venta se ve todavía el diente de un torreón de Asido, que aún hoy llaman Sidueña las Huertas, que están de allí al Guadalete; y en la ermita de la Piedad se conservan aún algunas piedras de romanos. Con que aquí fue Asido, y por consiguiente fue silla obispal en tiempo de Godos. Ni prueba lo contrario la lápida de Pimenio obispo asidonense, que se conserva en la ermita de Santiago de Medina; como ni prueba otra que se halla del mismo obispo, en una ermita de San Ambrosio cerca del mar. Lo más que prueban que uno y otro sitio tocaba a la jurisdicción del obispado asidonense, cuyo término era muy dilatado, y estaban en él Arcos y Medina, y todo él se llamaba término de Sidonia como consta de los privilegios de don Al[f]onso el Sabio.
sábado, 10 de septiembre de 2022
La revuelta mudéjar, O'Callaghan y la conquista cristiana de Jerez (1261-1267)
BORREGO SOTO, Miguel Ángel (2016). La Revuelta Mudéjar y la conquista cristiana de Jerez (1261-1267). Colección A de al-Andalus, nº 3. PeripeciasLibros. Jerez de la Frontera. |
viernes, 2 de septiembre de 2022
Conferencia "Asta en las fuentes árabes"
Vídeo de la conferencia celebrada el 2 de marzo de 2021 en la Real Academia de San Dionisio de Ciencias, Artes y Letras, con la que se cerraba el ciclo 'Jerez siempre', en colaboración con el Centro de Estudios Históricos Jerezanos.
Enlace al vídeo de la conferencia |
Un alfaquí de Asṭah
Hasta hace unos años, los únicos vestigios de los siglos X y XI hallados en el municipio de Jerez de la Frontera pertenecían al yacimiento de Mesas de Asta, población constituida por una serie de elevaciones rodeadas de marismas y localizada a once kilómetros al noroeste de Jerez.