jueves, 6 de octubre de 2022

Dintel o jamba mudéjar decorada. Iglesia de San Dionisio (Jerez de la Frontera)

Dintel con epigrafía cursiva (iglesia de San Dionisio de Jerez de la Frontera)
(Fotografía Museo Arqueológico Municipal)

Una de las piezas más interesantes del Museo Arqueológico de Jerez es el dintel o jamba de arco cubierto de yeserías con epigrafía árabe en letra cursiva, hallada en la iglesia de San Dionisio de la ciudad (lám. 1). No se conoce cuál fue su ubicación exacta, aunque Basilio Pavón Maldonado afirma, en su obra sobre arte islámico y mudéjar de Jerez de la Frontera, que las yeserías procedían de una de sus capillas, según le había referido el párroco de dicho templo. Su fecha de ingreso en el museo debió de acontecer entre 1975 y 1981, año de publicación del trabajo de este autor, que las vinculó, por su “acento arcaico”, con el estilo almohade, y no dudó en fecharlas en los alrededores del siglo XIV, preguntándose, sin embargo, si aquéllas pertenecieron a la mezquita que allí debió de existir, o bien, eran “aditamentos mudéjares” de la misma.

Lám 1. Iglesia de San Dionisio (Jerez de la Frontera, Cádiz)

Antes de las obras de restauración que durante los años sesenta del siglo pasado se realizaron en San Dionisio, la entrada por el lado del evangelio de esta iglesia era una gran puerta adintelada con un arco de herradura muy transformado, de la que sólo conservamos testimonio fotográfico (lám. 2). Este acceso fue desmontado y cegado al descubrirse, en el transcurso de las obras en el mismo muro y justo a su lado, otro arco de estilo gótico que se rehabilitó para convertirlo en la nueva entrada por ese lateral de la iglesia. Relacionar nuestras yeserías y la mencionada puerta de estética andalusí con la mezquita que allí se debió de erigir, resulta muy tentador, más teniendo en cuenta que en la misma iglesia se halló también una estela funeraria con inscripción árabe cuya procedencia parece apuntar a la época en la que Jerez perteneció al reino nazarí de Granada entre 1264 y 1267, durante la cual la presencia meriní fue también notable.


Lám. 2. Antigua puerta del evangelio de la iglesia de San Dionisio

Sin embargo, Fernando López Vargas-Machuca cree, y probablemente con razón, que aquella puerta desaparecida a la que nos venimos refiriendo no se correspondía con la vieja mezquita, sino que formó parte de la obra gótico-mudéjar del templo, desarrollada entre el último tercio del siglo XIV y principios del XV, por lo que era posterior al acceso que apareció junto a ella y que contemplamos hoy día. Esta última portada, así como los restos del ábside de la nave del evangelio, entre otros elementos, pertenecerían, según este mismo investigador, a una primera fase constructiva de San Dionisio de influencia plenamente gótico-castellana que se realizó en algún momento de la segunda mitad del siglo XIII, o las primeras décadas del XIV, y a la que es complicado adscribir las yeserías objeto de estudio. De este modo, y por las razones que iremos presentando a continuación, situaremos la fábrica de las mismas en el momento gótico-mudéjar de la iglesia de San Dionisio, cuando la inscripción formaría parte de la decoración de alguna de sus capillas, tal vez de la bautismal, también conocida por “capilla de la Astera”, erigida a los pies del lado de la epístola antes de 1430, o de la capilla del Cristo de las Aguas. Ambas debieron de combinar, en su ornamentación interior y exterior, elementos mudéjares con otros posteriores tardogóticos; por ejemplo, las yeserías procedentes de la última capilla mencionada, cuya morfología coincide con las ventanas del cuerpo superior de la torre de la Atalaya del mismo templo (láms. 3 y 4).

Lám. 3. Decoración tardogótica y mudéjar en San Dionisio


Lám. 4. Yeserías tardogóticas. Capilla del Cristo de las Aguas (Iglesia de San Dionisio)
(Fotografía Museo Arqueológico Municipal)

Estudio epigráfico
La pieza consta de dos caras con bandas epigráficas en cada una de ellas, talladas en letra árabe cursiva bajo cenefas con cadeneta de hexágonos, que encierran palmetas lisas pareadas y círculos unidos mediante nudos con lacillos de cuatro. Uno de estos laterales conserva restos de pintura roja y azul, en el fondo de la banda con decoración vegetal y geométrica y en la línea que separa éste de la cenefa epigráfica (láms 5 y 6).

Lám 5. Banda epigráfica con decoración geométrica y vegetal
(Fotografía Museo Arqueológico Municipal)

Lám 6. Dibujo de la pieza por José María Gutiérrez López

En la faja inferior de cada lado es donde, en un buen estado de conservación, leemos en letra de estilo cursivo o nasjī, y a modo de salmodia, la eulogia al-‘izz al-qā’im li-l-lāh al-salāma al-dā’im (“el poder eterno es de Dios, la salud perpetua”), leyenda frecuente en edificios de origen almohade, pero también en construcciones nazaríes y mudéjares. No es habitual encontrarla en las mezquitas de aquella dinastía norteafricana, donde la epigrafía se limitaba a frases extraídas de azoras o aleyas coránicas en la zona del mihrab, pero sí de modo prolífico, combinada o junto a otras eulogias de carácter similar y con finalidad apotropaica, en edificios civiles nazaríes y mudéjares, o en iglesias cristianas de este último estilo. En éstos, su carácter religioso se pierde, y su uso se centra, exclusivamente, en la mera decoración o, como hemos señalado antes, en la profilaxis o deseo de buen augurio para el habitante o visitante de un edificio.

العزالقائم لله السلامة الدائم

Las características morfológicas de nuestra inscripción remiten a una tipología de escritura cursiva bastante evolucionada, aunque algo tosca, cuya cronología, como hemos afirmado, no contradice la de la construcción de la iglesia gótico-mudéjar de San Dionisio, ya que, además, presenta errores ortográficos propios de la epigrafía de esa época, como son la unión de las letras del artículo, frecuente en inscripciones del siglo XIV, o la pérdida de la tā’ marbūṭa en la palabra al-salāma.

Aunque el texto carece de puntuación, observamos cómo sobre algunas letras, por ejemplo la 9m (‘ayn medial de al-‘izz), la 10m (qāf medial de al-qā’im), la 6m (sīn medial de al-salāma), o sobre la palabra al-dā’im, aparecen líneas en ángulo o motivos geométricos cuya función es la de rellenar los espacios entre los epígrafes y la cenefa decorativa, en una suerte de horror vacui tan característico en las leyendas de época almohade de la que nuestra inscripción, mudéjar, es claramente deudora.

El alifato del epígrafe recoge, en este orden, las figuras 1a/f, 12i/m, 9m, 5f, 10m, 2i, 13f, 15f, 6m, y 4f, que analizamos de la siguiente manera (lám. 7):

Lám. 7. Alifato de la pieza (dibujo por José María Gutiérrez López)

- La figura 1 (alif) en posición aislada es un vástago vertical con un dimorfismo usual en este tipo de grafemas en la escritura cursiva, por el cual la parte superior es considerablemente más ancha que la inferior. Se une siempre a la figura siguiente del artículo, la 12i (lām inicial), práctica común en epígrafes mudéjares que rompe la regla ortográfica de esta secuencia. Cuando aparece en posición final, en la palabra al-qā’im, lo hace unida a la letra 10 (qāf) medial, con un adorno entre ambas consistente en un tallo que se eleva de forma curvilínea hasta rematar en su parte superior con un motivo vegetal de tres pétalos.

- La figura 12 (lām) aparece unida al alif precedente del artículo, como hemos señalado, y se une a esta misma letra en posición final (1f) en la palabra al-salāma, formando una secuencia vertical en la que ambas letras adquieren la misma altura y forma, dibujándose los epígrafes de modo más estrecho en la parte inferior.

- La figura 9 (‘ayn) se lee en su forma medial, entre las 12i y la 5f, coronada con una línea horizontal y otra en ángulo cuyos extremos forman una especie de “v”, ocupando el espacio entre la letra y la cenefa superior.

- La figura 5 (zayn), en posición final, se une a la segunda sílaba de la palabra siguiente, en concreto a la letra 2i (yā’), formando un original trazo curvo sobre la cenefa inferior y bajo las letras 1a, 12i, y 10m.

- La figura 10 (qāf) aparece en posición media entre la 12 (lām del artículo) y la 1f (alif final), y aparece coronada por el motivo vegetal ya mencionado que remata un tallo curvilíneo que parte del espacio antes del alif.

- La figura 2i (yā’) no refleja su verdadera forma, pues aparece ligada a la letra 5f (zayn final) de la palabra anterior, como hemos referido, y sin la hamza que debería figurar sobre ella. En su lugar, lo que vemos son unos signos geométricos consistentes en una pequeña raya horizontal sobre la que descansa la imagen de un rombo. La original línea que dibujan estas grafías 5f y 2i se remata con la unión de esta última a la 13f (mīm final), dibujando una forma muy característica para esta secuencia –ā’im tanto en la epigrafía almohade como mudéjar.

- La figura 13 (mīm), a la que nos acabamos de referir, aparece también en posición final en la palabra al-salāma. Al haber perdido este vocablo, quizás por error del epigrafista, la tā’ marbūta final (15f), observamos una mīm rematada con un rabillo hacia arriba, en lugar del trazo hacia abajo propio de esta grafía en ese lugar. Del mismo modo, la vemos unida al ālif anterior, otra errata debida, tal vez, al olvido de la lengua árabe por parte del artesano mudéjar.

- La figura 15f (que se corresponde tanto con la tā’ marbūta como con la hā’ finales), no se refleja en la palabra al-salāma, según hemos comentado más arriba, pero sí en la palabra Allāh, en su forma de hā’ rematando la palabra, con una apariencia ligeramente inclinada, similar al que tiene en otros epígrafes mudéjares como los del alcázar de Sevilla.

- La figura 6 (sīm), en forma medial, presenta un aspecto irregular, tal vez por la falta de pericia de su creador, y la 4 (dāl), por su parte, aparece con una forma un tanto desvirtuada y más grande de lo habitual, unida a la letra siguiente, la 2i (yā’), en lo que podría ser un nuevo error ortográfico que, no obstante, tal vez se cometiera expresamente para dotar de mayor belleza a ese último tramo de la palabra al-dā’im, al que ya nos referimos anteriormente.

Paralelos jerezanos
Otra eulogia de este tipo la encontramos en los restos de las yeserías que formarían parte de la decoración de los arcos de una de las estancias del palacio de Camporreal, ubicado en el corazón del casco histórico de Jerez y propiedad de la familia Domecq-Zurita (lám. 8). Aunque los grafemas recuerdan a los de la iglesia de San Dionisio, su estilo es más cuidado y evolucionado, pudiendo adscribirse también al estilo mudéjar, ya que presenta características propias de éste, como la unión de los grafemas del artículo o la forma circular de la figura 11f (kāf final), que se presenta como una especie de alubia rematada con un rabillo en la parte superior.
Lám. 8. Yesería mudéjar del palacio de Camporreal, Jerez
(Fotografía de José María Gutiérrez López)

Junto a esta inscripción, en el mismo edificio aparecieron fragmentos de otras yeserías con una soberbia decoración de ataurique pintado en rojo y azul y epigrafía muy similar a otros trozos aparecidos en la calle Visitación, pero que sin duda encerraban la misma eulogia que las yeserías de Camporreal, esto es, al-mulk al-dā’im al-izz al-qā’im, (“el poder eterno, el dominio perpetuo”).

A modo de conclusión
La morfología de la inscripción, así como su decoración, remiten a una pieza de época mudéjar de mediados del siglo XIV o principios del XV. Su hallazgo en la iglesia de San Dionisio, confirma que formó parte de su decoración, en concreto de alguna de las puertas de acceso a sus capillas de la nave de la epístola o del acceso de la nave del evangelio que fue cegado en la restauración de los años 60 de la pasada centuria. Sus paralelos de semejantes características en edificios civiles de la ciudad, nos hablan de un posible taller mudéjar jerezano o venido de fuera que, desde el último tercio del siglo XIV, trabajaba en la construcción y decoración de aquéllos, usando diferentes materiales como la piedra, el yeso o la madera (láms. 9 y 10).

Lám. 9. Tabla de alfarje. Calle Castellanos, 3, Jerez de la Frontera
(Fotografía Museo Arqueológico Municipal)

Lám. 10. Restos de pintura mural. Iglesia de San Lucas, Jerez de la Frontera
(Fotografía Museo Arqueológico Municipal) 


DESCRIPCIÓN
Dintel o jamba de arco cubierto de yeserías con epigrafía árabe en letra cursiva.
Número de inventario: IG 0838.
Procedencia: Iglesia de San Dionisio. Jerez de la Frontera.
Cronología: Siglo XIV.
Forma o tipo: Pilar o jamba cubierto con yeserías.
Inscripción: al-‘izz al-qā’im li-l-lāh al-salāma al-dā’im (“el poder eterno es de Dios, la salud perpetua”).
Medidas: altura: 72 cm.; anchura: 25 cm.; fondo: 28 cm.

Bibliografía

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