Jerez conserva sólo una inscripción oficial de época almohade. Se trata de una lápida de principios del siglo XIII que se encontraba en la puerta del Real de la muralla. Su texto se compone de basmala, taṣlīya y última parte de Q. XII, 64.
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Lápida con inscripción de la puerta del Real, Jerez Fotografía: MAM Jerez de la Frontera |
Está realizada en cúfico sobre fondo liso, pero con un gran desarrollo geométrico en los trazos altos -a base de cintas y complicados entrelazos-, lo que supone el inicio de lo que será después el cúfico nazarí y meriní. Su lectura y traducción completa sería:
1. Bismī-l-lāh al-raḥmān al-raḥīm,
2. ṣallà Allāh ʽalà Muḥammad, Allāh
3. jayr ḥāfiẓan wa-huwa arḥam al-rāḥimīn.
1. "En el nombre de Dios, el Clemente, el Misericordioso,
2. (sea) la bendición de Dios sobre Mahoma. Dios es
3. el mejor guardián. Él es el más misericordioso de los misericordiosos."
Dibujo de la inscripción por A. Fernández-Puertas |
Los epígrafes oficiales almohades, a excepción de los fundacionales, no consignan ni el nombre del califa que ordena la construcción, ni el objeto de la edificación, ni la fecha de la misma, sino que contienen únicamente aleyas coránicas, eulogias y fórmulas de alabanza a Dios que se repiten una y otra vez.
Este tipo de inscripciones, e incluso algunos epígrafes funerarios, empiezan siempre con una serie de fórmulas introductorias, seguidas de una o varias citas coránicas y algún tipo de frase piadosa. Las primeras se reducen a tres: taʽawwuḏ (que no aparece en la lápida de Jerez), basmala y taṣlīya. El uso sistemático de esta última refleja el enorme relieve que otorgaron los almohades a la misión profética. Como en el caso de la inscripción de Jerez, las referencias coránicas constituyen los elementos centrales y más significativos del formulario; en primer lugar, por la función simbólica que se les asigna, y en segundo lugar, por remitir a los principios fundamentales del movimiento almohade.
En cuanto a su morfología, la lápida de Jerez de la Frontera es un documento de primer orden, aunque la mano inexperta de su artesano errara al transformar la traza de la figura 3i (ŷīm, ḥāʼ, jāʼ) en la 9i (ʽayn, gayn), cuando intentaba plasmar las novedades que se iban introduciendo por entonces en el diseño de los signos cúficos, sin estar todavía plenamente familiarizado con las mismas. Del mismo modo, la letra y adornos de esta inscripción tienen una enorme importancia, ya que anuncian el desarrollo geométrico a base de cintas que tendrán las astas de los diversos caracteres en época nazarí y meriní. Resulta también significativo que, aunque la letra del epígrafe sea cúfica, la vocal fatḥa aparezca en la primera sílaba de los vocablos ṣalà y ‘alà, y el tašdīd en el nombre del Profeta. La proporción achatadas de las astas con respecto a los cuerpos de letras la remedia el artista con las prolongaciones de las mismas en sentido horizontal. La decoración de la lápida se reduce a una cinta que forma un nudo acorazonado de tres vanos dispuesta en los huecos resultantes.
BIBLIOGRAFÍA
- Fernández-Puertas, A. (1978-79): “Dos lápidas almohades. Maqabriya de Játiva y lápida de la cerca de Jerez de la Frontera”. Miscelánea de Estudios Árabes y Hebraicos. XXVII-XXVIII.I. pp. 228-232.
- Borrego Soto, M. Á. (2013): Epigrafía andalusí. Inscripciones árabes de Jerez de la Frontera. PeripeciasLibros, Jerez.
- Borrego Soto, M. Á. (2013): "La inscripción árabe de la puerta del Real de Jerez", Ciclo "La pieza del mes" 16 de marzo 2013, Museo Arqueológico Municipal de Jerez - Asociación de Amigos del Museo Arqueológico Municipal de Jerez, pp. 58-62 y 101.
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